viernes, 25 de noviembre de 2011

Oda al ombú



El ombú  fue sombra, alivio,
punto de referencia, guardián de un millón
de cotorras vocingleras…
Fue mojón de inmigrante
asentado en mi tierra. Fue el lecho del sol,
el contorno de la luna, el bastión olvidado
en rodajas de astilla.


Es sólo el recuerdo
creció a la distancia, una enorme distancia 
de espinillos, paraísos y verbenas…
Hoy es una espesa raíz que se desangra 
en verdes oleadas de resina.


El ombú fue testigo del trabajo forzado
de la oleada de horneros repasando sus gajos.
El ombú fue la tregua de aquellos pioneros
que llegaron de lejos con la voz sin respuesta…


Ombú, una  puerta de acceso 
al antiguo deseo. A la nueva Colonia 
que no fue para siempre. A los miles de gringos
que formaron el pueblo. A ellos
un decir diferente.
A ellos, para ellos: San Guillermo
eleva la ocación de los hijos
de los miles de nietos
nuestros suizos queridos
nuestros héroes de sueños...

Elbis Gilardi. Noviembre de 2011





jueves, 24 de noviembre de 2011

Valesanos argentinos en San Guillermo

Primera Reunión de EVA (Entidades Valesanas Argentinas), San Guillermo (Santa Fe, R.A.) 19 de noviembre de 2011.


La Colectividad Suiza de San Guillermo, fue sede de la tercera reunión anual que organiza EVA (Entidades Valesanas Argentinas) y primera organizada por esta entidad.

     La reunión estuvo encabezada por su presidenta, la Sra. Noemí Yossen, de la ciudad de Santa Fe; la acompañaban en la mesa directiva, la secretaria: María Pralong, de la ciudad de Paraná; y como vocales: la Sra. Mirta Badino de Kalaqlow, de Humboldt; y el Sr. Aldo Meichtry de la ciudad de Villaguay (Entre Ríos). También se encontraban presentes, la Presidenta de la Colectividad Suiza de San Guillermo, Sra. Bernardita Zurbriggen y el Presidente Comunal, Sr. Daniel Martina.

     Asistieron a este acto los Centros Valesanos de Paraná, Villaguay y General Campos (Entre Ríos); los de Esperanza, Humboldt, San Jerónimo y Rosario (Santa Fe).



El cónclave comenzó a las once horas, con palabras de bienvenida a cargo del Presidente Comunal; luego el Secretario de Cultura: Miguel Sterren, recitó un poema alusivo a la ocasión y, finalmente, un grupo de alumnas de la Escuela “Mariano Moreno” de la localidad, integraron un coro para interpretar el poema: Mi abuelo Andrés, de la autora Elbis Gilardi.

     Cabe destacar que en esta apertura, primó la emoción y el afecto de la gente, tanto de los visitantes como de los locales.




En la reunión se trataron distintos temas: lectura de notas, salutaciones, presentación del libro: Nuestros primos de América; la recopilación de datos históricos para la elaboración de otro libro que contempla la historia de los primeros asentamientos de valesanos.

     Una vez finalizada la reunión, y en horas de la tarde, los visitantes realizaron un mini tour por los lugares significativos de la localidad, y por aquellos que fueron el mojón de la historia de nuestros ancestros, por ejemplo: barrio Pueblo Viejo, Monumento al Inmigrante, Parque Comunal Alfonsina Storni, entre otros.

     Se  cerró la jornada con una cena de camaradería, donde además de disfrutar del momento (lluvia de por medio), se amenizó con el acordeón del Sr. Dito Heymo, acompañado por Javier Albornoz y José Rodríguez.

     Es meritorio destacar el acompañamiento permanente del Presidente Comunal: Sr. Daniel Martina, ya que –además de colaborar con esta iniciativa-, estuvo alentándonos con su presencia y su participación.

     Fue para el pueblo de San Guillermo, un día memorable, una fecha clave en el historial, especialmente para enaltecer la memoria de los abuelos, aquellos que arribaron a este solar, una comarca abierta al canto de los pájaros y al arrullo del viento. Una tierra apta y fecunda para iniciar la aventura de vivir bajo este techo argentino.


Prof. Elbis Gilardi
E-mail: elbisgilardi@brinet.com.ar




sábado, 15 de octubre de 2011

Fiesta de las Colectividades - San Guillermo (Santa Fe)

25 de Setiembre de 2011
Del Cantón a la Colonia: Ayer, hoy, siempre…


El domingo 25 de setiembre, alumbrados por un sol de primavera y favorecidos por los manojos de flores que pendían de los lapachos, se realizó en la localidad santafesina de San Guillermo, la Segunda “Fiesta de las Colectividades”, respondiendo a una iniciativa del Presidente Comunal Daniel Martina.

     El evento contó con una importante cantidad de participantes y público, que se dio cita para desfilar por las calles del pueblo, pregonando a los cuatro vientos y a viva voz la identidad que pugnaba por salir, multiplicada en el aire y hecha jirón en las ondulaciones de las banderas del país de origen, a la vez que lucían orgullosos la indumentaria típica que usaron los abuelos cuando llegaron del otro lado del océano.

     Estuvieron presentes las siguientes colectividades: Suiza, Italiana, Española, Peruana, una importante delegación representando a nuestro país, a la Argentina, encabezada por la Agrupación Gaucha El Arriero. Además asistieron en calidad de visitantes, dos integrantes de la Colectividad Suiza de San Carlos.

     Tanto suizos como italianos fueron las inmigraciones más fuertes que se asentaron en la localidad de San Guillermo, las que convivieron y desnudaron sus anhelos en esta Patria generosa, atravesada por cintas de esmeraldas y flores silvestres, que esperaban –tal vez desde siempre-, la mano del labriego para ser espiga y convertirse en pan, por ser tierra virgen, apta para parir los hijos de la pampa…

     En todos los stand se vendieron comidas típicas y se bailaron danzas que evocaron la idiosincrasia y el poder inalterable que mantiene firmes los lazos de identidad.

     La Colectividad Suiza de San Guillermo, por su parte, preparó una carroza bellamente engalanada que recorrió las calles del pueblo, acompañada por los acordes del infaltable acordeón del Sr. Dito Heymo, interpretando en la ocasión música de Los Alpes.

     Fue maravilloso ver las calles del pueblo en un total despliegue de colores, de bailes, de sentimientos; indudablemente arraigados en el corazón de sus descendientes más directos y en aquellos que sienten el temblor de la sangre hacerse presente para evocar a quienes les precedieron, aquellos que llegaron para fundar la Colonia, para labrar la tierra y enterrar allí mismo el corazón, los anhelos, las lágrimas y el deseo de regresar a su patria de origen.

     En cada espacio de entrega y de recuerdos, se presintió el espíritu vivo de quienes vinieron hace mucho tiempo, con la sonrisa abierta y fresca, también de los que continuamos ensanchando surcos para abrigar la historia y encontrar en ellos la tibieza de la semilla, hecha descendencia en este suelo argentino.

Por aquí pasaron
ellos, con el sueño
y la esperanza.
Con la calidez del beso
ardiendo en la mejilla,
con la lágrima oscura
y el acento magro.


Por aquí pasamos
nosotros, con sus 
realidades
testigos señeros
de un hacer sin pausa.
Hijos de sus hijos.
Por aquí pasamos…


Prof. Elbis Gilardi
E-mail: elbisgilardi@brinet.com.ar






miércoles, 5 de octubre de 2011

Un pañuelo ondulando la nostalgia

"Anton Nanzer (Tony) nació en Briga (Suiza) el 28 de noviembre de 1899, hijo de Magdalena Theiler y Alois Nanzer; ejerció la profesión de "cultivater" (cultivador).


     Como la mayoría de los inmigrantes, en 1922 junto a otros amigos llegó a Buenos Aires, Argentina, buscando el amparo de esta Patria, la bendición del sol en el cuerpo y la posibilidad de un trabajo digno para dar fe de que aquel desprendimiento no había sido en vano. Todos sus amigos después de un tiempo regresaron a Suiza, seguramente el terruño habría cobrado poder sobre los sentimientos, pero Tony (mi padre) se quedó en esta tierra argentina.

     Este grupo de amigos, venía con la idea de buscar el futuro en el sur del país, pero al arribar, en la embajada, fueron informados de que existía una colonia Suiza ubicada en la provincia de Santa Fe (San Jerónimo Norte). Es así como desistieron de la idea de viajar al sur del país. Luego de analizar la nueva situación, se trasladaron primero a Hersilia, valiéndose de los beneficios del tren y desde allí a pie se dirigieron a Ambrosetti, otra colonia Suiza ubicada a unos 30 kilómetros.

     Contaba mi padre que en esos momentos en que la incertidumbre calaba sus huesos, ellos entonaban canciones valesanas acompañadas por la "verdulera" (instrumento musical, bautizado de esa manera).

     Sorteando estas dificultades, llegaron al lugar donde fueron cordialmente recibidos. La misma noche organizaron un baile de bienvenida. Mi padre tuvo tanta suerte, que en ese mismo lugar conoció a la que sería la compañera de su vida: Celestina Florentina Clausen, fue, como se dice, “amor a primera vista” ya que al verla dijo: "-Con esa joven me voy casar". Y así ocurrió, estuvieron 6 años de novios y el 17 de diciembre de 1927 contrajeron enlace, tuvieron 6 hijos: Perla, Aldo y Luis (mellizos), Antonio, Dardo y Elba (yo, la menor). Organizaron su vida en la localidad de Hersilia (1).

     Mi padre, era un hombre emprendedor, siempre tuvo necesidad de mejorar el castellano para lograr una buena comunicación, es así como estudió el idioma en la escuela nocturna, porque de día trabajaba como mecánico. Llegó a tener un gran taller reconocido en toda la zona ya que gozaba de muy buena reputación, ganó el respeto y amistad de todos sus conocidos.

     Falleció el 16 de marzo de 1957; sus restos descansan en el cementerio del pueblo de Hersilia, departamento San Cristóbal, provincia de Santa Fe, donde es visitado por su hija menor y sus nietos, ya que su esposa y demás hijos fallecieron.

     Yo, Elba Teresita Nanzer, recuerdo cuando mi mamá me contaba (ya que mi papá murió cuando yo tenía 8 años) que él siempre deseaba volver para visitar a su madre y a sus hermanas: María y Katherin. Cuando falleció su madre permaneció varios días en su habitación haciendo el duelo.

     Solían contarme que mi padre siempre conservó en su corazón el recuerdo de su madre cuando lo fue a despedir agitando un pañuelo blanco…

     Un poco más, un poco menos, historias similares que nos llevan a pensar y a reflexionar que el amor a la Patria de origen nunca muere, y que la tristeza de la separación, de alguna manera, siempre se mantiene inalterable, más allá de las vivencias cotidianas y del amor a la familia.

     Mi deseo como hija es poder ir a Suiza a visitar la tumba de mis abuelos y conocer a miembros de la familia por parte de mi padre.

     Conservo la nacionalidad Suiza con gran orgullo y cariño".


Historia escrita por Elba Nanzer de Zurbriggen, hija de Anton Nanzer. También ella pertenece a la Colectividad Suiza de San Guillermo.

(1) Hersilia: Comuna del Departamento San Cristóbal, en la provincia de Santa Fe, Argentina, ubicada sobre la ruta nacional Nº 34, a 270 kilómetros al norte de la ciudad capital provincial: Santa Fe.


Corrección y adaptación: Profesora Elbis Gilardi.





lunes, 15 de agosto de 2011

Un tiempo de hamacas y de lunas

No recuerdo si me lo contaba o si me lo cantaba, pero siempre que cierro los ojos para evocar el pasado lo veo, sumido en un silencio de soles y de nubes, en una herencia de tiempo que desemboca en mis propias nostalgias…

     No recuerdo bien lo que cantaba, pero estoy segura de que eran canciones para ser evocadas en todos los tiempos. Así él susurraba melodiosamente sobre mis cabellos aquello que buscaba entre sus ropas: la niñez, la caricia de la madre, la mirada del padre…

     Él había construido la hamaca, había cortado la madera y elegido la cadena. Él me hamacaba cada noche de verano cuando la luna palpitaba encendida sobre la parra y los pájaros dormían en la entraña oscura de los árboles, y mi madre juntaba la vajilla de la mesa, y mi padre fumaba mientras observaba que mi cuerpo, pequeño y frágil, se abandonaba soñoliento entre sus manos de herrero y su voz de inmigrante.

     Él era así, auténtico, hosco, atravesado por el peso de quienes llegaron y nunca más volvieron; pero yo sé que la ternura lo había conquistado. Sabía cantar muy bien las canciones de su tierra, y yo había aprendido a participar de sus comidas, de sus costumbres, de la seriedad de su sonrisa y la devoción de sus canciones.

     Sigue cantando abuelo, …yo escucho todavía en noches de luna el cloqueo de las hojas de la parra, el desconcierto de algunos pájaros desvelados por la sonoridad del canto; sigue cantando abuelo…, yo recuerdo todavía la escena observada por mis padres, mis cabellos de niña enredados en el aliento de tus palabras, yo sigo conservando la abundancia de familia en el alma.…
 
Autora: Elbis Gilardi.
(El abuelo de esta historia es Andrés Göttier, el padre de mi madre: Elba Göttier de Gilardi)